Tom Lee, cofundador y Jefe de Investigación en Fundstrat, argumenta que cualquier retroceso en el S&P 500 debería ser comprado, ya que es probable que las correcciones sean superficiales porque aún queda mucho efectivo al margen. Los inversores que salieron a principios de año nunca volvieron a entrar, creando una presión constante para comprar en las caídas.
Él rechaza la idea de que las acciones estadounidenses estén sobrevaloradas de manera única, señalando que muchos cíclicos europeos —como la tecnología alemana a 33 veces las ganancias— son más caros, mientras que la tecnología estadounidense fuera de las Siete Magníficas se negocia cerca de 20 veces. Con 21 de las 25 compañías más grandes del mundo con sede en EE. UU., el liderazgo estructural se mantiene intacto.
La flexibilización de los bancos centrales globales y la reducción de las tensiones arancelarias apoyan a las acciones en todo el mundo, permitiendo que EE. UU., Europa y China suban juntos.
Tom reitera su objetivo de Bitcoin de $200K–$250K este año, esperando que los nuevos máximos desencadenen una poderosa demanda minorista e institucional.
Reconoce las advertencias de los principales inversores, pero no ve evidencia de un *crash* recesivo; muy pocos están invertidos para un colapso.
Recuerda el enfoque tranquilo de Fundstrat durante el "Día de la Liberación Arancelaria", enfatizando que la convicción y la disciplina dieron sus frutos.